Los seguros de viaje son un tipo de artículo que se tiene que contratar aparte de los billetes como norma general si se quiere disponer de la garantía de que se van a cubrir todas las incidencias que puedan surgir durante el viaje y la estancia en el lugar al que vamos a viajar. Pero siempre surge una pregunta: ¿Realmente es necesario contratar un seguro de viaje, si casi nunca pasa nada?
Lo cierto es que existe un tipo de seguro obligatorio que todos los viajeros deben contratar y que normalmente se incluye en el precio total del viaje cuando este se contrata, sin embargo hay cláusulas adicionales que permiten ampliar las coberturas para que en el caso de que ocurra algún tipo de problema todo esté cubierto, por lo que se puede distinguir entre dos tipos de seguros de viaje.
El seguro de asistencia al viajero cubre todo lo que está relacionado con la persona que viaja y su equipaje de mano, siempre hasta un límite establecido por la ley. Es decir, que si como consecuencia de un accidente se produce una lesión de diferente gravedad o se rompe algo de lo que el viajero porta consigo, el pago de las indemnizaciones corre a cargo de la compañía que ha creado el seguro.
Como seguro adicional, se puede contratar la cobertura ante desperfectos de artículos de lujo o las pérdidas de equipajes, así como una cuota diaria en el caso de que se produzcan causas de hospitalización o tener que continuar en el lugar de destino.