Viajar en autobús

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Los viajes en autobús han sido desde siempre uno de los mayores atractivos que tienen los trayectos en carretera. Permiten disfrutar del paisaje mientras se viaja y no hay que estar pendiente de la carretera porque otra persona conduce por nosotros, de modo que se puede hacer un largo viaje cómodamente incluso sin tener que levantarse del asiento en ningún momento, leyendo, escribiendo o durmiendo.

 Los billetes de autobús incluyen todo lo que se necesita para viajar, desde los seguros de viaje hasta el transporte del equipaje que llevamos con nosotros.

 Los viajes se pueden organizar para una lugar específico, alquilando el autobús para un viaje en concreto, o se puede hacer uso de una línea regular. Esta es la opción más económica ya que al tratarse de una ruta establecida de antemano los costes se reparten entre todos los viajes y se consigue ahorrar, aunque por contra no se puede elegir la ruta que se quiere seguir, sino que esta está establecida de antemano por la compañía encargada de fletar los autobuses.

 La mayoría de estas líneas regulares operan mediante una concesión, que les permite tener la exclusiva o una gran parte de la operatividad de la ruta para que esta pueda resultar rentable y la empresa que trabaja con ella pueda conseguir beneficios en los trayectos.